Se endulza el mar con la lluvia,
como unos labios al beso que se acerca.
Llueve sin ruido, parece un llanto ahogado,
gris ceremonia del atardecer lento,
se hace rumor manando en constante fuente
y frías nubes que sorprenden un llanto.
Llueve y la vida se escurre en la ventana.
Dibujos de penas en líneas contoneadas
convidándome a abrir una página en blanco
por la agonía de gotas que se van pintando solas
y húmedas letras escritas sin sentido
que como llovizna tibia llegan a mi mano.
O eres tú, quizás, quién llueve en mi alma,
porque no es fría el agua que me empapa,
ardiente rio que me recorre y me abrasa
y cicatriza tu ausencia devolviéndome la calma.
Y lluevo yo, creyendo que hay lluvia en tu mirada
mientras acaricias el vacío de tu cama.
- Autor: Nerea Acosta ( Offline)
- Publicado: 23 de noviembre de 2015 a las 16:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, pani, Cristian Jovani
Comentarios3
Dulce llover en calma.
He podido divisar, sentir, vivir esa lluvia que te envuelve.
Dulce con un toque triste que eleva su belleza.
Un gusto pasar y leerte.
Un abrazo
Kavi
Muchas gracias por tu comentario.
Precioso... sencillamente hermoso...
Muchas gracias por tu comentario.
Bellísimo poema estimada Nerea Acosta, donde sus versos, añorando se interrogan, por un vacío que duele el alma. Recibe un c´lido y afectuosos saludo desde Argentina.
Recibido ese cálido abrazo desde su bella tierra. Desde este lado del Atlántico agradezco su comentario.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.