Cansada de la tarde monótona y sombría,
llegas a mí con el alma llena de dolor,
mi lecho está vacío y esperando tu alegría
en este bello espacio para llenarme de esplendor
Me dices que ya es tarde y que aun te espero,
que la noche ha llegado trayéndonos pasión,
cógeme en tus manos pues siento que muero,
pero eres tú a quien llevo en el corazón.
Entonces mis manos se tornan obedientes,
van tras de ti en busca de todo tu encanto,
y llegas a mí, mordiendo con los dientes
esa pasión dormida enjugada con mi canto.
Jadeante esta tu cuerpo de aquella explosión,
mis manos tras tu espalda moldean tu figura,
te toco tiernamente y siento tu ardiente corazón,
diciéndome ¿qué esperas?, lléname con tu ternura.
No te muevas amor, déjame allí poseerte,
que ingrese a tus venas toda mi pasión,
pero hoy de nuevo, he vuelto a amarte
estuvo muy dolido mi débil corazón,
No quiero que se acabe este gran ensueño,
mil velas iluminan su llama sin cesar,
pues me he declarado ser hoy yo tu dueño.
no quiero que te vayas no me vayas a dejar.
- Autor: Federico Mendo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de noviembre de 2015 a las 19:23
- Categoría: Amor
- Lecturas: 139
- Usuarios favoritos de este poema: mariarl, CHILENOHOT
Comentarios1
guauuu que hermoso amigo muy enamorado
Agradezco tu cuidado al detenerte a leer mis versos, cosa que me agrada bastante. Un abrazo de amistad sincera
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