Dame tres días para olvidarme de ti,
tres días solo para recordar lo que fuimos
y lo que seremos, o lo que pudimos ser.
Dame tres días de verano o de otoño,
quizá de primavera para que el invierno
con su frío no me hiele.
Necesito tres días para olvidarme de ti,
tres días para tocarte, abrazarte,
hasta besarte si tus labios me conceden tal honor.
Dame tres días en agosto o en octubre,
incluso cuando florezcan las rosas
o cuando aún no hayan muerto.
No puedo en tres días olvidarme de ti.
En solo tres días mi olvido se nutre de tu recuerdo
y recuerdo que no puedo olvidarme de ti.
Dame tres días para que mis lágrimas
no vuelvan a caer o quizá un invierno
para que se congelen.
Dame tres días para olvidarme de ti,
aunque ya no pueda recordarte.
- Autor: Víctor Cadenas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2015 a las 07:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: Cirratus, Roxana Isabel
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