Las luces musitan,
el cuerpo es diáfano.
Trasciende,
como en las hojas
de un sueño cetrino.
Follaje de ser,
sangre, superchería.
Aprehende
la carne y sus raíces
sobre el ancho azul.
Si muere tu fulgor,
¿quién nacerá el carrusel?
Enciende,
la sortija en el nombre;
el puente alcanza el ciprés.
- Autor: Viaf ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2015 a las 12:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Zugzwang, Edgar Alejandro Romero Vargas
Comentarios1
¡Fabuloso!
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