Quisiera escribirte hoy, sobre las maravillas de la vida
como ese amanecer lento del verano
donde las estrellas desaparecen
entre murmullos de pájaros.
O la fuerza brutal, del temporal
ignorante del péndulo
que va y viene, del viejo reloj...
ya han dado las diez.
Te conté alguna vez, cuando niño
con qué ansias remontaba barriletes
dueño del viento
y del cielo, atado al piolín.
Hoy, han pasado los años
y el péndulo aún sigue su camino
pero yo cansado de ir y venir
quiero detener ese tiempo.
Ya han dado, justo las diez
y las campanadas
redoblan la angustiosa
lluvia sobre la ventana.
Aparto esa imagen
acordándome de vos
y las maravillas de la vida
que hoy te contaré.
Como aquel día
en que nos encontramos
el brillo de tus ojos
y mi corazón huyendo en torbellino.
Que maravilla, puedo contar
si no la puedo escribir
con estas letras, tan formales
ni la música puede alcanzar.
Deberé inventar, algo
algo que eche a volar
un grito feroz
un ademán, sin igual.
Una maravilla, que asombre
tus ojos brillantes de amor
y no tengas mas que soltar
mi nombre apretado, en los labios.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2015 a las 12:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Ringo Stax
Comentarios2
Me parecen unos muy buenos versos, con ese aire de melancolía, de recuerdo y de cierta ensoñación. Mi felicitación.
Un abrazo
Ringo.
Hay veces que uno debe luchar, buscar en los caminos ya transitados, los hechos que aunque mínimos, rescatan el amor, la razón de vida
Gracias por tus palabras
Esteban
Un poema muy distinto de los anteriores. Expresar sentimientos no es fácil especialmente para el hombre.
Lo has hecho muy bien y me alegra leer esas expresiones nostálgicas y con proyección hacia la búsqueda y el recuerdo. ¡Bravo!
Te saludo esperando que con esta tormenta no me corten la luz.
Querida amiga, en este caso el personaje aboga rescatando las cosas que hacen a una relación, no muerta, solo agónica.
El personaje, intenta inhalar todos los recuerdos, en un intento afirmativo por vivir el amor de su vida, mientras se sumerge en la angustia.
Pero no temas, el amor siempre vive, aunque más no sea en él.
Esperando que mis personajes, te hagan sonreír, iluminando hasta los cortes de luz.
Esteban
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