Abro la puerta de mi casa,
pero no hay puerta
ni siquiera casa.
Sí un camino de tierra,
delgado,
que se pierde.
Vengo de besar a mis animales del delirio.
Para después seguir huyendo.
Golpeo la puerta.
Grito para que me abran.
Pero no hay puerta;
no hay nadie,
ni siquiera el viento moviendo las ramas de un árbol invisible.
Se oye una canción.
Sólo es el alma hueca de los desposeídos que llora.
¿A dónde ir?
Soy un hombre extraviado que se hace amigo de su exilio.
Él conoce todos los secretos del parque
donde yo jugaba en ceremonias desaparecidas.
Me acompañan ahora los verdores cercanos del campo.
Iré allí,
y me entregaré liviano a algún color que invite a mi corazón
para que dance.
Mi canto será para ellos.
G.C.
Direc. Nac. del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2015 a las 19:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: sandor
Comentarios3
Yo veo ausencia en tu poema, solamente éso..., ese exilio de su adiós..., extraviado o secuestrado por sí mismo, por la ausencia, la soledad y la melancolía del lugar que en los primeros versos se parecía a la nostalgia, pero siguiendo y siguiendo se parecía a la melancolía, buen poema, profundo y directo a la médula..., genial...
Petalos:
Debo agradecerte tus amables consideraciones acerca de mi Los colores del campo. Me satisface que te haya gustado.
Abrazo
Guillermo
La soledad más desgarradora la contiene este poema ...y una gran belleza.
UN abrazo
Carlos
Carlos:
Es cierto lo que decís con respecto a la soledad que se manifiesta en mi poema; es una caracteristica que esta en mi historia y que se observa en muchos de mis escritos. Te agradezco opinion y lectura.
Abrazo
Guillermo
benditos colores que reciben tu existencia en la nada...me ha encantado y a la vez estremecido en la ausencia de entorno de vida ...un grito a la soledad ..
Un Abrazo
LOLA
Un abrazo
Lola:
Sí, es un tema un tanto remanido este de la soledad en mis poemas, pero me abarcó siempre, en toda la vida, y se presenta casi siempre en mis trabajos poeticos, y aunqwue yo quiero hablar de otras cosas... siempre esta presente. La verdad es que quisiera cambiar de tematica, entre otras cosas, para no aburrir al lector, pero este se impone casi siempre.
Un abrazo, Lola
Guillermo
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