DESTELLO DE UN SUEñO ERÓTICO
De repente, sentí que en ese beso iba entregándole mi viejo y joven amor; mi adoración y fantasía, mi salud y mi alma. Cuando la cogí de la cintura, con cautela exquisita, dispuesto amarla, apretarla y admirarla, entonces la vi, no con la mirada fría del perfecto bohemio, sino con la mirada fija, enamorada, llena de deseo, pasión y como la visión irresistible. De pronto con el corazón cargado de emoción no tardé en aspirar la fragancia de cremas y colonias que refrescaban su piel, y me embriagué de a poquito de su exquisita dulzura y exuberante belleza.
De repente la pude sentir, gozando infinitamente, como las caricias del agua, yendo y viniendo por su cuerpo. Y luego, muy lentamente, subía cumplida por sus manos, llegando a la boca para posar en ella mis labios, dejando en cada recorrido un collar de besos, finos y sutiles, concatenados de armonía y deseo alrededor de su tibio cuello. Y de a poco la danza de los besos fue creciendo al ritmo de la melodía del amor, escalando y alcanzando la cima de esas montañas imponentes, suaves y duras, misteriosas y atrayentes que atrapan sigilosamente la atención. Y entre el aroma y el suculento paisaje de una mujer sin igual, de ombligos perfectos y caderas inimaginadas, con variantes de temperaturas que estremecen los dedos y despiertan anhelos, de repente me encontré en la unión de esos muslos apetecibles, cuajados de rocíos, listos para explorar y no salir; perderme y perderme, perderme y encontrarme y volverme a perder entre la escasa vegetación, finamente cultivada pero llena de vida. No es un laberinto, más creo que es la entrada y no la salida o la unión de dos fuerzas que se atraen y se enredan y no se dejan ir, un verdadero misterio que solo ellas saben tener.
Y con el corazón encogido y una incipiente erección, esperaba lo que de todas maneras habría de ocurrir. Y en un ambiguo estado en el que la excitación desdecía los celos, y ambos nos retroalimentábamos, desnudos, admirando la desenvoltura con que ella lo hacía, acuclillándose con amorosa disposición hasta fluir en ebullición y alcanzar la plenitud.
De repente terminé abrazado y tumbado junto a ella, sobre ella, bajo ella, enredado entre sus piernas y abrigado en su alma. Y ahora a medida que avanza la tierna y negra noche de noviembre, con el amor hecha carne a mi costado, oliendo el aroma de sus cabellos sobre mi pecho, conectados con el mismo latido y el mismo sentimiento, sigo viéndola, y la sigo sintiendo, más no sé si fue una idea, pensamiento o una ilusión, más la imagen está viva y la pregunta latente.
AUTOR. LMML.
- Autor: LMML (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2015 a las 21:49
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 118
Comentarios2
Un erotismo fino, delicado de aquel que hace que la pasión sea un poema.
me encantó
Un saludo
LOLAl
Erotico, delicado, sutil e intenso......
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