Periodistas no son, correveidiles,
que en artes de encubrir son marrulleros,
chupatintas libando en los tinteros
agotando el aceite a sus candiles.
Que si a ellos no les vas dan matariles
trocando a lo que es leve en hechos fieros,
farsantes, malandrines pintureros,
cual lagartos, culebras y reptiles.
Que no son de fiar, son botarates,
muy diestros en las bromas y vaciles,
al pesebre y poder siempre sutiles,
prestos ya a recibir sus jaques mates.
Presumidos los hay que, mercachifles,
de sus armas la pólvora han mojado,
no paran de mirar a cada lado
sin saber apuntar sacan sus rifles.
Un tiempo hubo en que los informadores
de la noticia actual eran testigos,
esa higuera se murió y ya no hay higos
ahora son ya no más predicadores.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de febrero de 2016 a las 04:44
- Comentario del autor sobre el poema: Hubo una época en la que el periodista era el fedatario, testigo de la realidad. Hoy ya sólo sirven al amo del pesebre que les da de comer.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
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