Como cada mañana desde que el tiempo es tiempo,
el mundo se despereza indolente acusando la resaca vespertina,
luego se contempla ojeroso frente al espejo, incapaz de aceptar su propia imagen,
y mientras se restriega con parsimonia los ojos para quitarse las legañas,
tupidas como una vasta tela de araña,
esboza una mueca de hastío y bosteza enseñándonos sus colmillos,
sucios y buidos y con un frío brillo en el filo.
Con el pitido de la cafetera y el olor a gasolina,
la mediana de la carretera se difumina en rayas de cocaína,
el resplandor de un faro en la niebla nubla la vista de nicotina,
y en un choque frontal, el conductor sale despedido por el parabrisas.
La muerte es un ritual tan antiguo como la noche de los tiempos.
¿Cuántas vueltas de campana nos dará hoy la vida?
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
- Autor: Faetón (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2009 a las 04:33
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 148
Comentarios9
Wao, me quedo pensando Oscar, la muerte nos persigue y solo espera el momento preciso en que nos ha de llevar, placer leerte, besitos. LUNA
El ritual del día a día y aquel inevitable que tarde o mas temprano es nuestro destino.
saludos Oscar
Y dando gracias por poder contar cada dia ese ritual rutinario.Eres un espejo en el cual una se puede reflejar.Saludos.
Vivimos quejándonos de la rutina buscando algo nuevo por hacer, vivimos quejándonos y no viviendo, quizá dirá la muerte: "este no tiene ganas de vivir mejor lo jalo para acá"
Accidentalmente muere ¿eso fué lo que busco?. Muy espiritual tu poema.
Me gusta el ritmo del poema más en el segundo párrafo.
Saludos amigo Óscar.
Adrian
Como que no apetece salir de la cama al mundo según lo planteas, estimado Faetón, veo que también te gustan las aliteraciones, veo mejor dicho que dominas a tu antojo la palabra.
Un abrazo y no nos queda más remedio que salir a ver qué nos depara el día.
Apreciado amigo, otro de tus regalos a mi día. Versos... real, patéticos, densos sobre todo al final. Cruel realidad.
Saludos de luz.
En ésta ocasión, el accidentado parece haber buscado a la muerte y no la muerte a el. Su trágico final es colateral a lo que hacía antes de irse con la flaca. "El Que Busca Encuentra". - Todos los días la muerte ronda, lo que no sabemos es cuando nos tope. Pero si la buscamos, la encontraremos.
Otro claro mensaje para el mundo Faetón,
Alviz Neleb
No entiendo eso de la "noche de los tiempos." Sigue así.
Saludos.
Atte.
Julio Cortazar.
Disfruté cómo ibas describiendo la rutina de cada día casi que nos identificamos , pero al aparecer la palabra ..cocaína.. presentí otro final al que yo imaginé , qué bueno el juego con el lector.Triste y bello.
Saludos .....Pepita
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