Pensé en escribirte una carta
Y decirte en ella que eras mi primavera
Donde las flores y el rocío me durmieran,
Con aromas de tarde bajo el ocaso.
Pretendí vanamente, sentir tu lluvia de frío invierno,
Y humedecer con ella mi triste quebranto,
Disipando la niebla de mi lamento
Y del callado quejido de mi llanto.
Soñé con dunas ardientes,
Donde dibujaba en sus largas colinas,
Tu hermoso nombre y la silueta de tu vientre;
Soñé con un sol de verano en el desierto,
Y en medio de la nada,
Hallar el oasis, de tus besos, con tus labios entreabiertos.
Anduve por jardines casi muertos
Y soñé que recogía sus hojas casi secas,
Y de ellas bebía el tenue rocío,
Para calmar esta sed ya moribunda,
Que me siembra el estío,
Del otoño en letra muerta.
Soñé con tu aliento de madrugada,
Y con tus palabras amanecidas cual rocío,
Y de tus manos una caricia enamorada,
Que sin decir nada, me dieran mucho abrigo;
Soñé… que estar siempre contigo,
Es vivir con tiempos casi olvidados,
Donde las estaciones de tu amor,
Me den siempre motivos,
Y las palabras de tu aliento,
Me den siempre un respiro.
- Autor: Alejandro Iza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2015 a las 15:55
- Comentario del autor sobre el poema: Tratando de volver a mis letras... Gracias por la lectura a este espacio.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
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