Los momentos se me vienen como bocanadas de aire:
Tus manos, recorriendo cada espacio de mi cuerpo,
mis dedos, que se estremecían, como flores silvestres;
mis montañas, sucumbían al temblor de tus labios,
tus pechos, se hinchaban pletóricos con el roce de la piel;
la zona del desierto cobraba nueva vida por tu lengua,
un mar de deseos inclaudicables inundaba todo el campo;
el ombligo era oasis de una miel que tu boca rescataba,
mi boca se enroscaba como una fruta de la que sacan jugo;
las cinturas, sentían escalofrío de mil diamantes helados,
mis ojos se nublaban de pasión mezclado con lluvia roja.
Así se fundieron nuestros sentidos, piel a piel, pasión y castigo.
- Autor: Vito_Angeli (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de diciembre de 2015 a las 01:43
- Comentario del autor sobre el poema: Hoy me sentí apasionado, muy apasionado. Por eso, y para dejar que el cuerpo de la mujer es el templo donde veneramos a la diosa del amor, qué mejor que no es si no hacerlo con frases profundas, metafóricas y concretas sobre lo que representa la donna en el instinto sexual mas desarrollado. Si hay incendios de por medio, por favor, no los apaguen, que crezcan mas y mas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 89
- Usuarios favoritos de este poema: María C., Claro de Luna
Comentarios1
Apasionadamente escribes al AMOR de tus sentidos.
Gracias por pedirme amistad, la tienes.
Un abrazo
Gracias por el comentario y por aceptar la invitación. Un abrazo
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