Estoy despertando la oscuridad del nuevo día
para que se ilumine la pasión de la mañana.
Entre los dedos se escapa el agua
que no llegará a mis ojos
como esas lágrimas
que no he podido llorar.
Me miro
y el espejo me muestra a un extraño
que me hace muecas
pleno de felicidad, mientras se afeita.
La bronca, se atraganta en un grito
"ya voy..., ya se que es tarde".
Mientras que el otro en sonrisa forzada
muestra los dientes y saca la lengua.
Apago la luz y lo dejo solo.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2015 a las 08:02
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Decepcion
Comentarios1
El otro en el espejo el que nos dice como nos vemos, y el yo interno que nos dice como estamos. Feliz tarde amigo, Esteban un placer saludarte.
El placer es mío, estimado Armando. El del espejo, es un ser contrapuesto al resultado visible de nosotros mismos, generalmente una pesadilla a nuestra auto indulgencia.
Mis saludos
Esteban
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