Esperé tu llegada como espera la madrugada el amanecer,
me hiciste sentir la primavera en la fragancia de tu aliento
como se siente el olor a caña fresca
que viene flotando desde el trapiche.
Me sorprendiste con la presencia de tu deslumbrante belleza
como sorprende el arco iris la mañana despejada después de la tormenta,
no sé qué más podrá sorprenderme en esta mañana
cuando siento que tus palabras cortan el viento
para llegar a mi corazón
dulces y suaves como suaves los colibríes
degustan el polen de las flores en pleno vuelo.
Desbordé mi amor en ti
como desbordan las mareas su aguas
sobre las playas de arenas brillantes
en las mañanas cubiertas por la blanca niebla
Desnudo tu cuerpo con mi mirada
tratando de averiguar algo en tus atributos de mujer
y te siento tibia y húmeda
como el húmedo amanecer de los prados floridos
mojados por el roció de la mañana.
Sentí tu voz vibrar en mi piel
Te sentí musa de palabras sublimes
que acaricia la tormenta dándole docilidad y tranquilidad
como le das tranquilidad a mi corazón
cuando llegaste a mi mundo y supe que ya no estaría solo.
Te idolatré y pedí al tiempo que se detuviera
como se detiene tu vida cuando duermes
y te conviertes en el ángel que me cuida
cuando sueño despierto
mientras contemplo tu cuerpo casi desnudo
cobijado por traslucidas y suaves prendas de seda blanca
deseando que no llegue el amanecer
para continuar soñando despierto.
- Autor: juan sarmiento buelvas ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2015 a las 19:25
- Categoría: Carta
- Lecturas: 73
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