Renuncio a vivir más y aquí lo anuncio,
y renuncio a la vida aunque me duela,
a lucir en mi ojal la escarapela
y a todo lo que soy, yo aquí renuncio.
Renuncio a lo que un día hubiera sido
o lo que quise ser y no he logrado,
a dios, la penitencia y al pecado,
lo mucho deseé y no he conseguido.
Renuncio hasta al consuelo, la esperanza,
y hasta a hacer de la vida un santuario
las loas y oropeles, calendario,
dejo a un lado al amor en esta danza.
Y lo hago en son de paz serenamente
cual vela que el pabilo se ha apagado,
el pez que en su líquido se ha ahogado,
que pena el recorrido el penitente.
Y amén de claudicar también denuncio
que no supe hacer uso de la espuela,
ni siquiera labrarme con la azuela
maldiciendo, ni sé lo que pronuncio.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de marzo de 2016 a las 05:02
- Categoría: Triste
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Peregrina
Comentarios3
Un sentimiento de claudicar, no lo
permitas compañero, aunque tu alma reboce en penas, más bien combates con tu pluma, que desborda en verdad y belleza
Un abrazo
Nélida
No has renunciado al renuncio; pues dos nos, es un si.
Yo a veces renuncio de la vida (pero me engaño yo mismo) es mentira que me quiera morir.
Me gusta tu poema de cuartetos. Saludos
Un verdadero gusto pasar a leer en este espacio, me gustó, Donaciano ...sin más.
Saludos amistosos de
Peregrina
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