A veces es mejor oír el silencio,
Una noche muda,
Los insectos en puntillas,
Las rejas oxidadas… vencidas por obstinadas plegarias,
O la discreción de las hojas puntualmente suicidas.
Mirar y no oír
¡No oír nada mujer!
No oír cómo suena tu ausencia inútil,
Que no es lo mismo que la ausencia de lo demás,
Mezclarme con el silencio,
Desaparecer mis manos, mis piernas, mis pies,
Convertirme en silencio,
Y desaparecer con la noche y sus acostumbrados himnos,
Cuando los insectos vuelen normalmente,
Las rejas vuelvan a rechinar o
Cuando las hojas divulguen sus minúsculos temblores…
A veces es mejor oír el silencio
Y así, probablemente, pueda estar a donde inútilmente no estás.
LRL
18-12-2015
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2015 a las 01:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, markaid
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