Dedicado a mi amiga María tras cuyas altas piernas estaba yo apoyado en una húmeda farola apagada. he escrito estos versos y apuntes mientras persuadía en la esquina del mercado detrás de la caravana del partido podrido ( PP) a unos ancianos huecos, que estaban sentados como pajarillos disecados en un banco recordando su vida violenta con su cara inofensiva, sin fuerza, luchando contra un fantasma: el reparto de sus bienes. Era irreal la atmósfera, estaban más deshechos que un muerto y negaban con sus viejas cabeza a punto de caer entre sonrisas infantiles a todo lo que les decía ella. Las voces del mercado se juntaban en el discurso político con el característico olor a verdura pasadas que tiene algo de afrodisíaco.
Asamblea por llegar.
Los que cantan en las esquinas,
con las bocas llenas de serrín,
entre los fértiles rincones de cartones
harapientos tras la venta.
Pegados a una luz amarillenta,
que pasa por el ojo de una mosca.
Quizás esperen todos ellos,
recibir una última esperanza,
que atraviese como una flecha su mejilla,
devolviendo el color a su mirada.
Y las grandes pirámides sin puentes,
sean vistas equivocadas como el norte,
echando hacia abajo sus punta afiladas,
en un frenético ataque de hormigas liberadas.
Y todos los que sufren por su granero,
comparezcan a luchar contra el vacío.
En una jungla llena de ausencias,
mucho más violenta que cuatro esferas en llamas,
donde hay que abrirse paso luchando contra el aire.
El susurro de las voces sin angustia ni imaginación,
hablando todos a una, sin decir nada.
Con odio al gesto,
al movimiento que haga palidecer el esplendor,
de las cárceles del aire,
donde sus criaturas se atormentan sin saber la causa.
Nos tendemos todos en la hierba,
a contemplar la herida.
Angelillo de Uixó.
- Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de diciembre de 2015 a las 09:07
- Comentario del autor sobre el poema: ayer paseando por el mercado me cruce con mi amiga María pidiendo el voto a unos ancianos huecos detrás del PP, respiraban con dificultad y esgrimían como un fantasma el miedo, el horror a que alguien les quitara sus bienes, el fantasma del reparto, sus voces eran terroríficas, huecas, salidas de una larga muerte en vida
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 4
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