Pregúntale al corazón ¿que debo hacer?
para que a su gaviota el devuelva su querer,
¡Di! perdónale su ceguera, terca no quiso ver,
el gran amor callado entre sus paredes arder.
¡Dile! que ella sufre, el dolor de sus alas rotas,
que no pueden volar ni otoños, ni primaveras,
y mueren de tristeza para volar en la quimera,
hacia su amado lejano, que agoniza bajo el sol.
¡Pregúntale! una vez más ¿porque debe llorar?
si no quiere llorar, de tanto amar ya no puede,
lágrimas congeladas están, por los recuerdos,
y en su pecho hierve fragancias de los rosales.
¡Y dile! muy lejos una estrella deja de brillar,
desde las tinieblas, de esta soledad de ahora,
jurando está, pase lo que pase, siempre amar,
pues ha sabido le amaban y el dolor la devora.
¡Pregúntale! para quien serán todos sus versos,
y este lugar lejano, donde espera su aposento,
y adonde volarán sus alas, de mujer sin sueños,
si nunca ha de estar cercano su palomo dueño.
Raquelinamor
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001/11232015
- Autor: Raquelinamor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de diciembre de 2015 a las 01:08
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema de amor, donde la mujer se enamorada se habla así misma con su propio corazón.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 104
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