Se tiñeron los caminos de oscuro infinito
por donde deambulaste con tus pasos de eva indomable,
y en cada huella una espina heredó el rastro de tu amor.
Yo fui uno de ellos, yo soy tu olvido
y tu eres mi recuerdo austero que llevo condenado en mi alma
como una estrella que se revuelca entre mis manos.
Flor negra, fria niebla, manto ardiente,
a cada paso matas con tu veneno
que arde en cada espalda,
haciendo lastre como campana increpando contra el viento.
Eres el todo turbio en el azote del crepúsculo que te calcó
amor ingrato, vasta flor del veneno.
- Autor: EL CABALLERO DE LAS LETRAS ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2015 a las 17:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 95
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