Las musas solo me visitan cuando
estoy cerca de tu cansado
corazón, mientras miro el fondo
de un café que anoche no te dejo dormir.
Por que junto a ti ya no a guerras,
ni mis manos están tan frías
como el invierno del que salvaste
a mi asfaltada piel.
Y junto a tu alma ladina mis pies
andando este papel de
lija a la que tu boquíta jocosa
llama mi vida.
Y miro aquella fecha que al
verme huye como cual
gato asustado, ese 22 de diciembre
donde tu ser me salvo de
aquel sol frío.
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Autor:
Ramirez Alberto (
Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2015 a las 11:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
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