Te prometo no esconderme cuando vengas a buscarme
es más… te recibiré porque sé que sos un ángel
y hablaremos en el viaje tú y yo solos… sin testigos,
te diré de mis amores, de mi fe, de mis amigos…
Compraremos cotillones que festejen nuestro encuentro
beberemos de las copas y borrachos por el suelo…
cantaremos champurreado nuestro himno somnoliento.
Vos me querrás convencer, que ya se acabó mi tiempo
yo intentaré hacerte ver que no ha llegado el momento
tú insistirás, por supuesto…
y me querrás explicar lo que no tiene remedio
entonces te miraré profundo y fijo a los ojos
y en un millón de palabras te daré mis argumentos.
Te explicaré cuántas cosas todavía no habré hecho
cuánto amor aún dormido, cuánta pena, cuántos restos
de relaciones truncadas que al día de hoy no he resuelto…
Tú me escucharás, tomándote todo el tiempo
pero tendrás muy en claro el porqué de este momento
Que ya todo se acabó, que todo está concluido,
que nada mejor que irnos para entrar en el olvido
que no se encuentran razones que justifiquen la espera
que todo lo que iba a ser, ya por demás había sido
que en la vida hay un tiempo, que todo tiene medida
que cuando se acaba, se acaba… y ya no hay otra salida.
Entonces prometerás que vamos a estar mejor
que al fin conoceré el amor… el puro, el incontrastable
y no el odio abominable que destruyó nuestras vidas…
Más… no me convencerás, seguro que pactaremos…
Yo me quedaré un rato más y vos… no me eches de menos.
Mario Ranero
- Autor: Mario Ranero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2015 a las 23:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 78
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.