Aquel árbol fue mi amigo,
me dio sombra y cobijo.
Su tronco soportó mi agobio,
cuando, cansado tuve el cuerpo.
Aquel árbol, amigo mío,
un día sucumbió a los años;
el peso del tiempo fue consumiendo
sus fértiles raíces y sus tallos.
Aquel arbolito, amigo mío,
pronto fue hecho leña y añicos,
ni una rama siquiera
dejó como huella que retoña.
Así se convirtió en ceniza,
aquel mi amigo mío;
al igual que el hombre improductivo
que tras su muerte,
se enfrenta al que pudo haber sido.
.
-
Autor:
JHONN MEDINA (
Offline) - Publicado: 31 de diciembre de 2015 a las 12:29
- Comentario del autor sobre el poema: A LA MEMORIA DE MI ABUELO
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola, yony1971
Offline)
Comentarios1
Cuando la sencillez está hecha poesía,
Cuando va de las raíces a las ramas,
Y al aire que respiramos,
la nostalgia se torna entusiasmo.
Versos estupendos.
Saludos cordiales.
QUEDO MUY AGRADECIDO POR SU COMENTARIO RAFAEL. SALUDOS
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.