La montaña, pretende alejarse del mar
y llegar al cielo
sin saber, que una fina hilera
de pequeñas hormigas, la está subiendo.
Mi mano, en cambio
intenta llegar primero
del cielo, al mar
a tus cabellos
y rozar suave, el talle.
Las hormigas, llegarán
tan alto como la montaña
y mis manos...
mis manos, solo llegarán al mar.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de enero de 2016 a las 10:21
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Raquelinamor
Comentarios2
Sublime y erótico a la vez, nostalgia y deseos, deja espacios para imaginar. ¡Magistral! Felicitaciones
La obra, deja espacios, para el lector que abandona la pasividad y hace suyo el relato.
Eso representa el maravilloso universo del pensamiento vivo, alejado de cualquier dogma.
Gracias y mi cordial saludo
Esteban
Las hormigas en hilera sobrepasan toda frontera, pero las manos cuando acarician, tocan el cielo, el mar y la tierra, todo al mismo tiempo. Inspirado poema amigo.
Cordial saludo.
Así es mi querida amiga, no hay montaña que no sea vencida por la hormiga, ni mano que no pueda llegar.
Replico mi saludo, un tanto abochornado de soles cálidos.
Esteban
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