Aumentando mis bienes me entretengo
libando de las mieles de otros predios,
ni ante ingenuos ni crédulos detengo
ni el cómo a mi me importa y ni los medios.
Deben saber que escrúpulos no tengo,
que donde la vista alcanza va mi red;
y si puedo atrapo a varios a la vez,
que yo soy amoral y lo sostengo.
Pues no sé distinguir el bien del mal
mas sí hacia donde voy, de dónde vengo,
si alguno no lo entiende, me da igual
ya sea lego, pobre o de abolengo.
Que el medrar para mi es lo natural
no me planteo nunca si alguien sufre,
un depredador, yo soy un animal
que al fin ha de penar en el azufre.
Que ignoro qué de mi dice la gente,
incluso si hablan bien, no me interesa,
despiadado, feroz, irreverente,
mi halago es el placer puesto en la mesa.
Que soy como cualquiera, un navegante,
como tú y como aquel, humo en la feria,
más curtido que tú, soy un farsante
avezado y experto en la miseria.
Mas quizás ahora mismo haya a tu lado
un fatuo que presume o vanagloria,
jamás debes quedar obnubilado,
rasca un poco y verás sólo es escoria.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2016 a las 03:22
- Comentario del autor sobre el poema: Nadie es tan bueno como presume ni tan malo como a otros les parece.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Evandro Valladares, pani, abuelopepe
Comentarios3
No solo eres Donaciano, eres Bueno muy Bueno. Es un agrado repasar tus muy bien hiladas letras. Un abrazo.
Llevas razón y me gusta. Un abrazo
Si tu eres fatuo yo tampoco,
pues medrar es mi objetivo.
Te confieso que estoy loco
por amar predios contigo.
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