Ven y no te marches mujer amada, dejándome solo en la sala, dándome la espalda con los brazos abiertos esperando por ti, rezando en silencio porque recapacites y voltees nuevamente a verme como lo hacías ayer, cuando al llegar a casa diciendo venid a besarme si es que me queréis, acudías con una sonrisa de blancas perlas corriendo al encuentro dándome ese beso anhelado en los labios, como un hombre esperaría de su devota esposa, si es que hoy, mañana y siempre fuese recordado, con el mismo amor sincero y puro, conque un día, con tanto deseo en la mirada nos conocimos, dándonos un beso por primera, vez…, syglesias.
No te obligo a quedarte, te pido te que quedes
que todo esto lo logramos en tiempos y caminos recorridos
Es un presente contigo, es un comienzo distinto
No salgas, recuerda nuestros momentos felices
Los besos que nos dimos.
No te obligo ,aguardo en silencio, en esta sala
donde se sentirá el vacío, cuando cierres la puerta, y entre nosotros haya un abismo
- Autores: syglesias (Seudónimo), Nélida Moni
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 19 de enero de 2016 a las 15:30
- Límite: 15 estrofas
- Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
- Categoría: Triste
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, syglesias
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