– Dime, Dios, el gran motivo
de emprender mi aterrizar.
Si en tu cielo hay sol divino
y en su suelo oscuridad.
– “Para ser un infinito,
una estrella celestial,
has de sentir el gran cariño,
que atesora la humanidad”
– ¿Y cómo aprenderé ese cariño...?
– “un ángel con su amor te ilustrará”
– ¿y si en la tierra yo de Ti me olvido?
– “En tu ángel mi voz recordarás”
– ¡Allí hay viento, frio, y temo helarme!
– “Tu ángel en su piel te arrullará”
– ¡Qué allí no es como aquí, existe el hambre...
– “tu ángel, por ti, su pan ayunará…”
– Ya, mi Dios, he comprendido
tu motivo terrenal.
Y con mi ángel haré el camino
hacia la estrella más celestial.
Ya solo me queda una pregunta,
¿mi ángel que nombre tendrá?
– “Su nombre será tu gran ventura,
siempre lo llamarás MAMÁ...”
– Mua... mua... mua... ma... ma... ma...
- Autor: Pacorro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2016 a las 07:13
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema es lo que yo llamo \\\"una canción por encargo\\\". Una vecina me hizo llegar, en un papel amarillento (lo tenía guardado desde niña) una historia con la idea del poema y yo, que tenía una música ideal, la volqué sobre mi guitarra. Como siempre digo, algún día le colgaré con música. Por ahora imaginen que cuando habla Dios, la voz se escucha con reberveración.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
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