De tus manos vinieron las auroras
blancas, tibias, despeinadas.
Desordenadas sábanas
custodiaron tu cuerpo
mientras un sol tímido y celoso
descubrió los valles y cerros
donde perdí la razón.
Y recupere la calma
Partiste y extraño
casi tocar tus manos.
mientras duermes.
A mi lado, en la aurora
tibia de mis sueños.
- Autor: Juan Carlos Pouso ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2016 a las 11:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
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