Que el sol se pare, que la luna se duerma,
que esta luz pequeña que todo lo llena,
hará que mi alma se extásie al contemplarla.
Que la rueda de la vida con sus quehaceres
se detenga.
Que un nacimiento es algo irrepetible, y el tuyo
hizo al justo, invencible.
Por eso hasta que a mi vuelva, lléname de tu calor
que pasaré tu antorcha a los que trás de mi vengan.
El sol se pierde en el universo, y el mar es un pequeño
espejo, los hielos parecen de fuego, y el oso polar reina
en la soledad, y esta noche los niños gobiernan, los adultos
callan, mañana volverá la guerra, pero esta noche no, que es Navidad
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2016 a las 16:30
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema está dedicado a todas las personas, de todos lo sexos y de todas las edades.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: pani
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