En el centro de Jalisco las personas llevan pintadas unas líneas imaginarias a la mitad de sus ropas. Unos dicen que es el ejercicio diario de la rutina, otros sus pasos de estrategia buscando otra salida. Caminan como militares y choco de frente contra ellos. Hay millones de estas personas. Unos compran libros en la librería, ancianos pintan, los niños gritan; las mujeres en grupo salen a tomar café en una cafetería bohemia donde una garganta vuela con un flamenco vago y pegajoso. Pertenesco a la cantinela de la mujer sentada en el centro de todo el mundo. Pero esas líneas me desvisten y quieren pintar en mi rostro, me fracturan la nariz, usan mis dientes como palas para desenterrarse ellos mismos y escapar de si mismos. El estrés y el suicidio como entes ontológicos abruman los tobillos frágiles del vagabundo sentado cerca de la fuente. Hay un gas verdoso, lamoso mejor dicho compitiendo con el oxígeno, matando dispares moléculas. Tomo el colectivo de regreso a casa, pinto mi línea, me baño, le llamo a Lupita para salir al cine, llueve a chorros, dormimos juntos, despierto sin ella.
- Autor: Arturo Enriquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2009 a las 17:52
- Comentario del autor sobre el poema: Las ficciones en las novelas más que nada nos muestran opciones para manejar lo que leemos. No es una surrealidad la que nos tragamos día con día, simplemente la simultaneídad estrecha de imágenes compuestas por extraños elementos sucesivos armando modelos o rompecabezas según sea el caso.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 79
Comentarios3
Fantasticó tu poesía en prosa, me encanto aunque tu comentario, pues uno puede escribir lo que le sucede en un día y de alguna manera el poema puede parecer inconexo, muy bueno.
Saludos Arturo y un fuerte abrazo a la distancia.
Adrian
¡ Viva Jalisco ! Excelente ficción en Prosa.
Saludos Jaime García Alvarez
Menos mal que es en el centro de Jalisco porque acà en la costa, para ser mas precisos en Puerto Vallarta, la gente no usa corbata, a veces ni camisa, dificilmente vemos caras agrias, todo mundo aporta una sonrisa al pasar que va de boca en boca hasta que la noche interrumpe el intercambio, al siguiente dia despertamos buscando la primer parsona a quien dar tan hermoso regalo, formando cadenas de sonrisas nos vuelve a sorprender la noche, asi nunca terminamos.
No es ciencia ficcion, es la pura realidad, si has estado antes aqui , sabras que no miento.
No tenemos una hora especial, cuando unos salen a divertirse, a disfrutar de la alegria, otros regresan a descansar y de esta forma jamas se ve nuestra ciudad ni triste ni vacia.
Deberias vivir acà.
Un saludo!!
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