No estés triste por soledad, mujer,
Que en cada silbido del viento...
En cada grito de tu lamento...
En cada suspiro que aspires, yo estaré.
No llores al ocaso, mujer,
Porque en cada rayo de sol...
En cada llamada de amor...
Al silencio de la noche, yo acudiré.
No murmures a la nostalgia, mujer,
Porque mis oídos haré prisioneros...
Mis ojos encandilados misioneros...
Y con el rayo primero, yo apareceré.
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2016 a las 23:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
Comentarios2
Romantico y prometedor..
Gracias Maria...
Un abrazo!!
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