Equivocarme al deseo
de una boca
una fruta prohibida
que no es mía
un estallido de bronca
un refugio en lo desconocido.
Es caer y caer
entre las amenazas constantes
de esa gran boca
que provoca
error entre los vidrios desechos
el amor que nunca abandona
a pesar de la distancia.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.