Ya el otoño llegó y aún busco aquella
novia lejana, cuyo cuerpo leve
es un ampo de rosas y de nieve
en que embrujada se quedó una estrella.
Y aunque no pude ni encontrar su huella
y en los inviernos de la vida en breve
escarchan mi sien, algo me mueve
a seguir caminando en busca de ella.
Más pienso a veces que quizás no existe
y que jamás sobre la tierra triste
podré con ella celebrar mis bodas.
O que éste loco afán en que me abraso
la busca en una sola cuando acaso
se halla dispersa y diluida en todas.
Eduardo Castillo.
- Autor: Pulidojess (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2016 a las 01:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 386
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