Un día me juré que nunca juraría,
mi imagen increpé mirándome al espejo
mas no reconocí pues se apreciaba un viejo
el mismo que de frente y cara se veía.
Y allí un golpe pegué de forma incontinente
y al gesto replico de nuevo aquel pendejo,
no le quise mirar pidiéndole un consejo
¡a ver quién es usted, quiero que se presente!.
Quiero me haga el honor, le exijo sus respetos,
a qué viene ese horror, a qué el recibimiento,
sepa que en el saludo es norma el cumplimiento
y a nadie admito se escude en parapetos.
Permita que le diga a usted, acto reflejo,
que es un mero cristal con un barniz de azoque,
y aquí ante su cara que yo me desahogue,
por mas que ha de intentar, yo nunca me acomplejo.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de abril de 2016 a las 00:08
- Comentario del autor sobre el poema: Nunca uno tiene que acomplejarse y menos ante un mero crista por muy reluciente que éste sea,
- Categoría: Humor
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Comentarios2
Es muy humano echar las culpas a los demás.
Yo cuando me miro me sale un ¡Noo..!; tras varias miradas ¡no hay nada que hacer!.
Buen poema. Saludos
DONACIANO, EL ESPEJO ES EL ÚNICO AMIGO DE LA VIDA QUE TE DICE LA VERDAD SIN PALABRAS...!
ME GUSTÓ Y LO GUARDO.-
UN BESO EN LA DISTANCIA CON CARIÑO.-
MARGARITA
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