Yo quiero un cielo

Esteban Mario Couceyro

Yo quiero un cielo, lleno de balcones
para los suicidas que a el lleguen
un cielo a la medida de nuestros pecados.


Quiero que mi cielo sea yermo
que no tenga nada...


Que en el pueda recordar, esta tierra
que me resulta ingrata.


Yo quiero un cielo verde de aguas negras
quiero algo que nadie tenga...
quiero un cielo, del que deba regresar
y así volver y poder amar
lo que olvidé, o no pude
y de esa forma poder desear
otro cielo , uno mejor.

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Comentarios5

  • Raquelinamor

    Yo no quiero un mar sin espumas ni azules, ni un cielo verde con olas de tierras y penas por perfumes, yo quiero seguir viendo la grandeza de un espectro azul que a lo lejos los une, aunque al final no sean azules, ni los cielos, ni los mares y lamentemos que no sea verdad tanta belleza. Pero es el alma y no los ojos quienes besan los colores y quienes versan los sinsabores, que hacen pesado el manto de los cielos e impiden nos elevemos entre tristezas. ¡Felicitaciones por sus versos surrealistas!, y espero mi percepción idealista, sea luz de regreso a la tierra de sus cuitas. Feliz inicio de semana, fue un placer leerle.

    • Esteban Mario Couceyro

      Querida amiga, para este personaje atormentado de vida y muerte, solo le queda la esperanza de un reinicio, dónde hacer las cosas de mejor manera.
      Quizá sea eso la experiencia que permite reconocer lo bueno de la vida.
      El placer es mio.
      Esteban

    • Lobaina

      Yo quiero un cielo,
      un cielo inmerecido,
      un cielo regalado,
      Yo quiero el cielo
      sin abono de pecado.
      Yo quiero cielo,
      tú, un infierno.
      Tú quieres para mí un infierno.
      Yo quiero para ti un cielo.
      Dios quiere para ti, su cielo.

      • Esteban Mario Couceyro

        Estimado Lobaina, el cielo como destino, lo considero un intrigante deseo cargado de dudas. Generalmente se lo asocia a premios a la medida de cada uno. Casi una exacerbación de los pecados insatisfechos.
        Hasta hay veces que parece que el cielo, es el cenit encandilado de explicaciones que ignoramos.
        Un abrazo
        Esteban

        • Lobaina

          Somos vencidos por lo que nadie sabe
          Ignoramos lo que otros ignoran
          Somos sabios en nuestra opinion
          Que nadie me cuente lo que ya sé!
          Aunque no lo sé.

          Como buscar un tesoro,
          Si digo que no puede haber ninguno.

          No deje que nadie me dijera
          No crei en lo que me decian
          Fue por eso que busque y encontre:
          Si yo existo, existe el cielo.


          • Esteban Mario Couceyro

            La contraposición de la realidad propia, es un ejercicio que nos ha llevado a este lugar de la historia. Pero como el ciego va creando su realidad, con el bastón, el pensante, interpreta el acontecer con las percepciones de la realidad y en paralelo lleva elementos que hacen al deseo de un universo a la propia medida.
            El cielo debe ser, con balcones para los suicidas, pacífico para los mansos y en guerra para los violentos.
            En mi caso, deseo un cielo incómodo, para regresar con sabiduría.
            Esteban

            • Lobaina

              El ciego a la vez tiene percepciones reales,
              que no puede alcanzar el que puede ver.
              Que realista es no creer en el cielo como cielo,
              pero si creer volver.

              • Esteban Mario Couceyro

                Es esa contraposición surrealista y casi malsana que tenemos, desafiante de los equilibrios universales..., supongo que eso es lo que nos hace remedos de Dios.
                Dioses caprichosos, sin reglas matemáticas, violadores de la física, pero en esencia dioses poderosos de nosotros mismos en el universo de la mente.
                Esteban

                • Lobaina

                  Queremos ser nuestros propios dioses
                  tener nuestro propio cielo.
                  Decidir a donde ir
                  cuando se acabe el aliento.

                  Cuando Einsten existio, ya habia cielo
                  Cuando la fisica se descubrio , ya existia el tiempo.

                  ¿Donde esta el eslabón perdido, amada Fisica?
                  Hay un Dios que te supera ,
                  a ti , a la matematica y a la psicologia.

                  Yo quiero un Dios caprichoso
                  sin reglas matematicas
                  en esencia, un Dios poderoso.

                  Para que quiero un Dios que sea inferior a mi!


                  • Lobaina

                    Queremos ser nuestros propios dioses
                    tener nuestro propio cielo.
                    Decidir a donde ir
                    cuando se acabe el aliento.

                    Cuando Einsten existio, ya habia cielo
                    Cuando la fisica se descubrio , ya existia el tiempo.

                    ¿Donde esta el eslabón perdido, amada Fisica?
                    Hay un Dios que te supera ,
                    a ti , a la matematica y a la psicologia.

                    Yo quiero un Dios caprichoso
                    sin reglas matematicas
                    en esencia, un Dios poderoso.

                    Para que quiero un Dios que sea inferior a mi!


                    • Esteban Mario Couceyro

                      Es así el cielo de la mente..., cada uno construye un universo, tan cierto como el material y eso es lo que nos semeja a Dios, ese Dios caprichoso y humano.
                      El Dios de piedra de la montaña, ese si es justo inmutable, hecho de materia al igual que nosotros, pero sin esa posibilidad de construir pensamientos.
                      Un gusto nuestro diálogo, tan humano.
                      Esteban

                      • Lobaina

                        jamas he experimentado una conversacion tan culta, muchas gracias.

                      • oskarin

                        yo quiero un cielo con nubes rosas
                        un cielo sin egoísmo un cielo que
                        me lleve de la mano al paraíso
                        un cielo lleno de colores un cielo en donde dos almas se puedan juntar y vivir el verdadero amor,
                        el amor sin critica sin desconcierto el amor puro el amor verdadero y limpio yo quiero un cielo lleno de algodones de azúcar multicolor yo quiero un cielo cálido y lleno de alegría y paz

                        • Esteban Mario Couceyro

                          Ese es tu deseo, lo tendrás, también tenés la opción de modificar esto que quizá sea también un cielo.
                          Un abrazo
                          Esteban

                        • Beatriz Blanca

                          En el caso hipotético de conseguir un cielo para regresar, yo elegiría un color claro para poder reposar y no pensar. Complejo es el personaje actual.
                          Un saludo con ideas refrescantes y lejos de los balcones.

                          • Esteban Mario Couceyro

                            Este es un personaje, enamorado del vértigo desafiante que representa vivir los universos alternativos.
                            Esa baranda débil, que apenas nos contiene del abismo, es nuestra racionabilidad de pensamiento, hacernos dueño del personaje, de su vida y muerte.
                            Bueno, ya está el personaje siguió su camino, a grandes pasos y mirar fijado en no se que.
                            Yo quedo acá, pensando en la próxima cena.
                            Te saludo
                            Esteban

                          • Queenire

                            Que ese cielo de tormento, de nefastos pensamientos se disipe de tus días, que los negros nubarrones sean solo una silueta del pasado que te daña, que la lluvia sanadora se dirija hacia tu cielo, que derrame sobre tu alma margaritas, que el viento suavemente sople tus negros nubarrones y pueda brillar el sol de la alegría y la libertad para tu alma de poeta... Un abrazo poeta.

                            • Esteban Mario Couceyro

                              Estimada Ire, la realidad es que tengo tantos cielos como personajes en estas historias, los hay de miedos, sueños y deseos. Cada uno lleva a ese cielo el cúmulo de ausencias de sus vidas presentes. Pero yo, entusiasta amador, creo desear un cielo cierto de pobrezas, para regresar perfeccionado y amar lo que no pude.
                              Te agradezco los deseos que enmarcan tu bondad.
                              Un abrazo
                              Esteban



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