A veces recordarte ayuda, recordar el dulce rostro blanco angelical,
Tu pelo ondulado, tus ojos de color tan destellante, si, recordarte ayuda bastante.
Y aunque sigues a mi lado día con día, el tiempo de ausencia tuyo es el tiempo de infierno mío,
El tiempo que Dios separa nuestras vidas en acciones tan cotidianas causa un letargo en mi alma
A veces recordarte ayuda, recordar que tan cálido es tu cuerpo junto al mío,
Tus dedos finos y manos tersas acariciándome, si, recordarte ayuda bastante.
Y aunque sigues siendo mi esposa, el tiempo de ausencia tuyo es el tiempo de infierno mío,
El tiempo que Dios separa nuestras vidas en acciones tan cotidianas causa un letargo en mi alma
- Autor: soledad (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2016 a las 19:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
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