El ascensor, como un ser desesperado
recorre su hueco
el mundo que conoce
espiando en cada agujero
buscando en la angustiosa
ausencia de cada nivel.
El zumbido rumoroso de su paso
en armonía con el silencio
se pauta con los chasquidos de los relés.
Por fin, en vertiginoso descuelgue
se dirige al bajo...
un breve silencio
las puertas laten, palpitan
se golpean, en sucesivos cierres.
El largo silencio me abruma
nuevamente, el rumor sube
como una inevitable sensación
por mi cuello asciende un dolor que oprime.
El ascensor, se detiene en mi nivel
se para
sin su rumor, el silencio se espesa
cargando mis hombros
no resisto más y voy a la puerta
abro y no encuentro a nadie.
Regreso a mi lugar
y por detrás
el ascensor zumba aburrido
hacia el último piso.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de enero de 2016 a las 09:14
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Armando Luna Pineda
Comentarios1
Genial, le has dado vida a un instrumento que se usa de forma permanente en los edificios. Sube y baja en una constante indolencia que lleva a visualizar creatividad como la tuya.Me gustó realmente.
Un saludo mañanero, pero algo apurado, mi hogar me reclama. Saludos.
Gracias, por tus palabras amanecidas en este sábado . No es mi imaginación, son los infinitos fantasmas en la mente del personaje, sumido en un micro universo agobiante.
Te dejo, pues estoy esperando que suene el timbre y eso me inquieta sobremanera...
Te saludo, mientras el sol, sale como naipes de baraja.
Esteban
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