Delgadas y viejas raíces se aferraban a la tierra como pequeñas manitas de bebé que se niega a separarse de su madre, de la mujer que con tanto dolor lo parió en un acto similar al de partirse en dos. Manitas que se aferraban temblorosas al seno que proveía alimento sabroso y saludable, temerosas de no volver nunca a saborear la vida. Fueron arrancadas dolorosamente como el bebé que es arrancado a pedazos del vientre que prometía vida pero que alguien fuera sin entender nada de lo que sucedía dentro se decidió por acabar con él. Un fierro frío tomó sus pequeños bracitos y sin más que un grito sordo se entregó al triste destino de quienes son arrancados de la vida sin que nadie en ningún momento se importe por saber qué tan grande es el deseo de vivir. Un aborto masivo atravesó una gran porción de tierra, vientre fértil, lleno de vida. Las raíces cayeron moribundas sobre la tierra adolorida y con el pasar del tiempo en la tierra se enredaron y un día cualquiera contra todo pronóstico, florecieron.
— Bárbara Barrientos.
- Autor: Mispoes ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2016 a las 03:07
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 89
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, David Arthur
Comentarios2
Mi querida amiga y poetisa.
Un hermoso escrito, profundo, sentido.
Una gran enseñanza para mi.
Un abrazo
Kavi
Muy buena y sentida prosa Barbara. Un gusto leerte amiga.
Un abrazo de la distancia,
David
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