Ser poeta

Ser poeta

¿Quieres ser poeta? Ya lo eres.

¿No ves que el sol por ti se abraza a las mañanas,

que las muchachas huelen el perfume de tu pelo,

que los soldados matan con más saña si te duermes,

que temen los políticos tu furia tremebunda,

que esperan tus amigos que vuelvas a sus mesas?

¿Quieres ser poeta? No lo seas,

no sin ser vecino de todas las estrellas,

sin cuidar del árbol, sin velar el sueño

de todos tus hermanos que sufren la injusticia,

de todos los extraños que muelen con sus manos

la piedra, el trigo, el hierro en que se funden las jornadas

para caer después en el detritus del olvido.

¿Quieres ser poeta? Ni lo digas,

que te dirán marica, inútil, cuentacuentos,

¿dónde están tus libros, dónde están tus musas,

qué fue de ser doctor, de construir ferrocarriles,

qué fue de envejecer con una casa junto al lago,

o acaso te han de dar por tus poemas lo que al rico,

lo que al estafador, lo que al que ocupa un puesto público?

¿Quién te ha de pagar el pan y el queso de tu plato,

a quien le has de pagar con un poema por tu traje,

por la cuota del arriendo, por la cura para tu asma,

quién no se va a reír y a negar con la cabeza

al verte recitar, hablar, venir casi borracho de palabras?

¿Quieres ser poeta? Ni lo intentes,

que igual acabarás en un trabajo de diez horas,

en un taller o un escritorio, en un antro,

pidiendo préstamos al banco, pagando

apenas por tu lámpara, acudiendo

a recitales en los que nadie te escucha,

en que todos se creen distintos o mejores,

comparándose contigo o con los que ya serán cenizas.

No esperes que la prensa publique tus escritos,

ni que, si alguien lo hace, te lleven a la fama,

no esperes que tus versos se reciten en el metro

o sean tema de estudio en academias o embajadas.

Es poco lo que dan por un buen hombre en estos tiempos,

es poco lo que vale la vida simplemente,

imagínate en tu caso, que vives de tus sueños,

que apenas puedes ser noble o bien digno de este empeño,

o bien paria incesante en los extremos de la nada.

¿Quieres ser poeta? Ya hay millones

que buscan lo que tú, que mueren cada día

por conjugar la herida con el tajo del cuchillo,

por remendar la noche con sus besos a la luna,

por sólo repudiar el caos del que somos parte

y en que hace rato que el laberinto es cosa diaria.

¿Quién te distinguirá entre las plumas de estos miles,

entre los pasos de estos locos, entre las copas de estos ebrios,

a quién le mostrarás tus impresiones más profundas,

tus hallazgos sin más voz, tus más severas conclusiones?

¿A quien le importará que creas que aquí todo importa,

que algo se debe hacer con la miseria de los cuerpos,

con la miseria de las almas, con la miseria de los pueblos?

Son demasiadas tus palabras para encontrar al fin un puerto,

son demasiados los cansancios para creer que tú sí triunfes,

son demasiadas rendiciones en el camino de la especie

para que puedas tú ser una luz que nos despierte y nos reviva.

¿Quieres ser poeta? Eso eres,

eso somos todos, aunque a diario lo olvidemos,

eso fuimos todos, aunque ahora ya ni importe,

eso es lo que seremos, porque un día habrá un abrazo,

una carta, un apretón de manos en la calle,

un beso en que olvidar lo mal que nos hemos portado

y lo bien que nos hará volver sencillamente a ser cual niños.

Entonces ya estarás, serás quien cante por nosotros,

quien traiga del ayer y del futuro los juguetes,

entonces cantarás con esa voz que te hemos dado,

y nadie ha de dudar que ese que viene es un poeta.

Entonces tú sabrás que no es gran cosa este poema,

pero que, al tú luchar, lo has hecho bien, tras, simplemente,

leerlo, ya no importa que después lo olvides todo

y seas fiel sólo a tus sueños, ya no importa

que después tan sólo valga lo que tienes que decirnos,

lo que dices con tu voz y con las alas que despliegas

para levantar al fin tu libre y tu propio nuevo vuelo.

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17 01 16