Amada, de lejos, eres como un mar de trigo,
apetecible océano de carnales añoranzas,
te elevas sobre la estatura del día
para inundar mis ríos con tus mieles,
entonces, el dulce pájaro que vive en tu garganta,
me trae la música que despierta la mañana.
Así necesito sentirte, como el día, como ola azul sobre mi playa,
suavizando la arena donde estampar mis huellas,
nutriendo de sales mi pecho coralino,
que bebe sediento las auroras dentro de tus aguas.
Un fresco aroma de montañas siempre ilumina tu pelo,
y tu cuerpo cae del tiempo, como una cascada,
que revive paisajes de viñedos y arboles antiguos;
con tus manos minerales, acaricias mis ojos de colores,
que me suben, hasta mirar la vida sentado en tu arcoíris.
Pero de cerca amada, eres infinita, como los anillos de Saturno,
! Que bello murmullo al perderme dentro de tus labios!,
flotando hasta músculo vital, donde baila toda la esperanza,
enredado en las corolas suaves de sus venas blancas, dibujar mil besos,
creando con el purpura gemido de la sangre,
un universo azul y transparente,
para que felices, tus mariposas festejen en su vuelo libre,
un amor de ritmos nuevos, donde se apoye en calma tu confianza.
- Autor: A. Martinez ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2016 a las 14:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 115
Comentarios1
homenaje a la mujer amada en esos inspirados versos que recreas en este espacio,
saludos amigables
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.