Ven, amémonos por última vez, para poder seguir fingiendo que ya, no nos importamos, que ya nos olvidamos, que no somos más que pasado, que al recordarnos no nos causamos más que estragos.
Ven, derrochemos la noche entre nuestros besos, amémonos y dejemos de ser presos de la soledad y de estas malditas ansias que me atrapan, que me atan de salir a buscarte limitándome añorarte, miremos las estrellas escarbando y si es posible desenterrando las mentiras en las que nos enamoramos a diario.
Ven, abrázame, por más que tiemble no me sueltes, te juro que me sujeto al momento intentándolo hacer perpetuo, entre tus brazos quiero encontrar un momento de paz, de alivio, que me quite este antifaz, y borre de mi faz todas las ruinas que me devastaron, que mis ojos lloraron y mis labios lamentaron.
Ven, no digas nada ni preguntes porque, el silencio justificara la causa, solo quiero mirarte despierto una vez más, malditos sean mis sueños, pues en ello aun te tengo, despierto y me ahogo en llanto por ser un desdichado.
Ven, dame un minuto, quiero escuchar tu respirar, el latir de tu corazón, escuchar como pulsa otro amor, ven no dormiremos pues esto para mí ya será un sueño, en la mañana, nos vestiremos y partiremos en engaños, a seguir con esta mentira, tu seguirás con tu camino llena de vida y yo con la mía, sola y vacía, pero ven.
- Autor: Andres Saavedra ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2016 a las 19:45
- Comentario del autor sobre el poema: A veces, bajamos los brazos para descansar de toda la farsa que montamos, la que cargamos a diario los desdichados, por ello, te pido que vengas y descancemos la actuación.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.