En el corazón en la valla.
Dedicado a la última víctima de la valla de Melilla.
Cuando se quedo solo,
todo había ya terminado,
dentro del blanco color de sus ojos,
vueltos del revés.
Y el corazón...
El corazón estaba roto como un huevo,
desparramado en el suelo acariciando el muelle de su lengua.
Rodeado de todo lo que latía a su alrededor,
lleno de fuerza y vida pasando sobre su cabeza.
Por conquistar la libertad,
dibujaron manos que construían en el aire escaleras,
que iban siendo derribadas,
entre espantosos gritos y gestos de impotencia.
El horror,
el horror moral,
El horror de las imágenes de los cuerpos,
abatidos en pleno vigoroso salto en lo alto de la valla.
El horror,
el horror moral,
Los Crucificados entre los alambres de espinos,
respirando como peces pinchados con alfileres sangrando por las escamas.
El horror,
El horror moral de los que custodian la valla.
Ante las imágenes de verlos avanzar con su piel descuartizada empujados por los dientes,
cantando en el aire por donde andaban:
“ cuando mis pies bajen a la tierra estaré en España”
Todos delirando de horror.
Todas las criaturas estaban siendo rotas,
al uno y otro lado de valla.
Angelillo de Uixó.
- Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de enero de 2016 a las 08:25
- Comentario del autor sobre el poema: dedicado a la última víctima de la valla de Melilla, o quizás a mi propio abatimiento moral.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 38
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