Comunicándonos
Comunicarse hasta volverse loco,
hasta no poder ver quién es el que habla
ni quien el que contesta de fundidos,
comunicarse en tiempos de hermetismo,
cuando ya nada es nada simplemente
y a la vez todo es todo, ¿para qué estamos con misterios?
Comunicarse como si así no hubiera nada que perderse,
que dar o que dejar, o que entrevisto como en sueños,
sino más bien entrar a la verdad por anchas puertas
para salir después quizá por cuál abismo de silencios.
Comunicarse así, como las hojas
que ceden nada más toda su historia a las veredas,
todo su otoño a las raíces del invierno,
toda su luz a la siguiente primavera
Al zapato que las pisa y cuyo dueño
entiende o no de aquel sonido cuando pasa
o simplemente pasa, sólo atento a su propia crujidera.
Comunicarse con dolor, pues nada duele
más que no poder comunicarse al mismo tiempo
y uno debe callar, cerrar los ojos,
mientras el otro habla, gesticula,
arroja las palabras como lanzas hacia un ciervo,
como espuma entre las olas, como un manto con que
el cordero de la boca cubre a lobos y a corderos
y a todos los que irán por pleno bosque mascullando.
Y entonces contestar, por fin poder brindar respuesta,
Hallarnos y entendernos como si nada más pasara,
como en la nada sideral ante un mensaje de otro mundo,
o en esta habitación entre tus piernas y mis piernas,
entre tu simple voz y mis oídos que te escuchan,
entre mi firme voz y tus labios rojos donde,
comunicándonos, haciendo idioma con los dedos,
te voy dejando de una vez mis más fértiles silencios y palabras.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
23 01 16
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2016 a las 10:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Armando Luna Pineda
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