¡TRISTE FINAL DE UN PARAÍSO!

Elieser Wilian Ojeda Montiel

 

Madre pura, eterna dicha que me diste

al lanzarme en este mundo,

donde la lucha interminable me persigue

sin dejarme disfrutar del infinito.

 

Espacio abierto que nuestra tierra pisa

en su vagante errar eterno.

Mientras el humano trabajando aprisa

destroza su natura hechiza.

 

Mundo que volando aprisa

intenta deshacerse de lo humano,

dejando abierto un paraíso cierto

antes de que el civilizado mono

convierta todo en un desierto.

 

Quedando un globo triste

como refugio en la Vía Láctea

de piratas espaciales,

que azotando nebulosas infinitas

la vieja tierra la utilizan

en sus andanzas estelares.

 

Otrora fuente de una vida dicha,

que dejó el humano abandonada

en su partida estelar a otra galaxia,

 

que lo cobije de la ruina de un planeta

que quedó frustrado,

porque esperaba más de los humanos

en sus cortas vidas de civilizados

 

 

 

 

 

 

 

 

Antología: Aires de Libertad

Centro de Estudios Poéticos

ISBN: 84-609-3376-8

Madrid, Diciembre de 2004

 

 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Monlier (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de enero de 2016 a las 21:36
  • Comentario del autor sobre el poema: Poema con inicio ambiguo y de una perspectiva de ciencia ficción, en la que vislumbro un devenir yermo para nuestro planeta; pero además, refleja la eterna lucha del humano ser, o ¿la incertidumbre de ésta?, o ¿la vida acelerada del hombre sin el disfrute de la madre Natura? O, quizá, el descifrar a qué vino el \\\"homo sapiens\\\" a este planeta.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 78
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