Irrumpiste de pronto en mi vida
Cuando ya todo parecía terminado,
Dejándome en angustia y produciendo una herida
En mi gran corazón, que hoy parece resignado…
Resignado, porque son tantas las cosas
Que se interponen, para no robarte un beso,
Cada una tan doliente y pesadas como lozas,
Que me dejan tan inerme, pensando solo en eso…
Porque pensé que ya lo tenía todo,
Antes de ver, la ternura en tu mirada,
Que se ha vuelto hoy, como mi gran tesoro,
Igual que tu sonrisa, flagrantemente soñada…
Pero debo resignarme, a que sea tan solo eso
Porque no quiero lastimarte -pequeña dama-
Por que se que si llego, a robarte un solo beso,
Quedarás largamente, en tu ilusión atrapada…
Así lo afirmo bonita, sin querer hacerte daño
Aunque sigas cada noche, irrumpiendo así mis sueños,
No anhelo otra cosa, que robarte un beso huraño,
Aunque lleve la consigna, de esconderte en mí sendero…
Yo soy ya como el ocaso, en tu naciente día,
Como la inminente luna, vertiendo al sol en su ataúd,
Soy como la brisa, perdiendo poco a poco su cabida;
Porque aunque lo tenga todo, simplemente faltas tú…
Por eso será efímero, todo cuanto pase y te suceda,
Aunque sea eternamente, que no olvides mis besos,
Y aunque pasen muchos años, pesándote mi ausencia;
Estés con quien estés, me tendrás siempre en tus rezos.
Arturo Domínguez. Derechos Reservados Enero 2016
- Autor: A D Jaguar-Ixoye (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de enero de 2016 a las 00:09
- Comentario del autor sobre el poema: de esas veces que crees que ya todo está resuelto, y ves de pronto una bonita sonrisa, ligada a una encantadora mirada, que noche tras noche, irrumpen tus sueños.....
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 163
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