Yo amo a mi tierra igual que el bien nacido
le mima a su camino al que agradece,
a esa planta estimula cuando crece,
se ase al pecho del ser que le ha parido
y ensalza cuando mece.
Y aunque soy como un hijo que abandona
desde la más tierna infancia al que es su hogar
ha de confesar nunca pudo olvidar
en los lares distintos mi casona,
tan lindo palomar.
Que haber nacido allí fue un privilegio,
un mensaje de amor de la fortuna,
un hito bendecido por la luna,
argucias del azar, de un sortilegio,
no cabe duda alguna.
Mas nadie ha de pensar que soy tan necio
de atribuir al nacer virtud alguna,
mis padres, quizás dios, tal vez ninguna,
que es la suerte que goza del aprecio
de la que fue mi cuna.
Mas igual que lo hiciera el roble recio
que en la tierra sus raíces alimenta,
da gracias por hacer de basamenta
del mundo a su vivir. Guardando aprecio
al ser que le sustenta.
Que esta rama de un árbol desgajado
a otro tronco le debe su sustento,
y es al agua, al sol, a la luz y al viento
nutrientes que le impiden ya esté ajado
y siga en movimiento.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2016 a las 00:00
- Comentario del autor sobre el poema: En la imagen la magnífica Iglesia de San Andrés en Zazuar, un pequeño pueblito de la provincia de Burgos. La Iglesia de San Andrés es de grandes dimensiones iniciada en el siglo XVI y cuya construcción duró unos dos siglos
- Categoría: Amor
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Cirratus, Vogelfrei
Comentarios1
Buen poema amigo.
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