Que el dulzor en la boca es efímero,
la fractura del alma es alargada
y el desazón en la lengua fue certero
como el cristal de la mirada opacada
de sollozos que no son, sino intención
por mantener de la cabeza la razón
y del futuro la verdad inmaculada.
¿Quién fue el sicario de las quimeras,
que ahora los recuerdos huyen perseguidos?
y buscan en los sueños las trincheras
para no ser muertos o perdidos.
Fue el fiero silencio del otoño
que seco de las sonrisa el retoño
y los corazones hizo enmudecidos
que palpitan con la celeridad del caracol
y oyen, y se estremecen con el canto del sopor.
Fue primero el amor concebido como estopor
del dolor. También la boca y su alcohol.
Fue primero la mano, que la voz,
para que los actos tuvieran mayor alarido
que el sonido de mil voces vanas.
Fue primero el amor que corre en pos
del corazón baldío hambriento del herido,
que encuentra al amor en canas.
- Autor: Necko (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2010 a las 21:53
- Comentario del autor sobre el poema: Dejar los días correr, sin mañana y sin ayer.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 109
- Usuarios favoritos de este poema: arehantzura
Comentarios2
muy lindo...
confuso pero intenso..
muy bonito...
suerte
paz y buena vida
romi
hola necko
tu poema es muy bueno, manejas el lenguaje de una manera interesante y el contenido me agrada de verdad especialmente porque hace alusion a la guerra y al silencio, cosas de verdad geniales (no por lo que son en si, sino por la gran cantidad de emociones que denota)
bueno espero leerte mas despues
bye ^-^
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