Allí estaba el tesoro deseado
Que muchos guerreros ansían,
del vasto mar las perlas deslucían
Quienes del fondo vienen cargando;
Si el brillo ajado toca desfilando
Opaca su color con los días,
Pasa la noche las horas contando
La mañana en cantos de alegría.
A la postrera edad de mi María
Que siempre viene caminando,
No se aparta de mí en su porfía,
Mis cosas una a una ordenando,
Como recoge al campo una semilla,
Mientras las eras vienen pasando.
- Autor: DaniVera (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2016 a las 12:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 331
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.