Bonita curva la de tus ojos,
que dan color a la vida
y mueven el destino a su antojo,
siempre estaré visible a tu alma
sin importar donde moro.
Crece y disminuye mi silueta
una imagen pura, clara
que se sumerge bajo el agua,
en una firme cascada que te aleja
de confusas y fugases oleadas,
con un extraviado pestañar
donde arena desierta ciega tu amar.
Tu infinita viajera de la luz del día,
que entre tu sombra del parpado
descansa una suave sonrisa,
afortunada de imborrable belleza
y de una creación divina.
- Autor: Hiram Figueroa ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2016 a las 03:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 193
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