Ella mi gran sueño lo convirtió
en pesadilla.
Su cuerpo desnudo me lo vistió
hasta sus rodillas.
Si antes derramó su desnudez
entre mis manos;
su cuerpo desnudo lo virtió después
sobre mi hermano.
Por una muñeca me volví Caín;
odio letal trinchó mi carne.
Por una muñeca me volví Caín;
carne, puñal, dolor de sangre.
Quiero que me juzguen de criminal,
de ser despreciable.
Que aunque todo fuese crimen pasional,
yo soy culpable.
Si ella me quitó su desnudez
de entre mis manos,
a su desnudo cuerpo yo le quité
el de mi hermano.
Por una muñeca me volví Caín;
odio letal trinchó mi carne.
Por una muñeca me volví Caín;
carne, puñal. Perdona madre.
¡Ay, perdóname! ¡Ma, perdóname!
¡Ma... perdona...!
- Autor: Pacorro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2016 a las 19:16
- Comentario del autor sobre el poema: Con base musical de Georges Brassens, hoy publico una de mis letras más interesantes de cantar. Con el juego de las desnudez se sientan las bases para crear un desamor; lo terrible es que por medio hay un hermano de sangre y una pesadilla que crece hasta dañar el núcleo familiar.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
Comentarios1
la pesadilla hasta hacer daño a su propia madre. La soberbia se paga. Tienes razón.
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