Este amor por ti lo enmarca todo. Una triste hoja puede caer desde su pedestal de clorofila, hasta abalanzarse en los brazos de la madre tierra. Si esa hoja tiene el perfume de tu amor nos adentraremos en el paraíso. Cada instante por pequeño que sea, siempre será dichoso si estás a mi lado. Lo que siento por ti, mi bien y adorada princesa, es algo tan profundo que sus límites estás más allá de nosotros mismos; es la entrega total del corazón a los pies de la hermosa dama del castillo de puentes levantinos. Rodeada de aguas colmados de peligros, forzudos guardias te resguardan hasta otear tu destino; sin embargo la brújula de mi sentimiento derriba cada muro, aplasta las dificultades hasta volverlas polvo. Solo lo mueve las ansias que alimentas su venas para ver coronado su amor en la corte de su adorada doncella. Noches de cielo estrellado, confines de otros escenarios inimaginables. En la nocturnidad un hombre no concilia el sueño, huérfano del templad del Dios Morfeo, acaricia su pecho en donde se imagina anidará su querer. Al recostar la cabeza en pedrusco cenizo de desgastada reciedumbre, escuchó cantar a la luna, ella la gran dama de la lobregad; trinaba notas que inspiraron aquel poeta, que luchaba por demostrarle a su amor. Observando los tímidos remilgos de la noche escribió: Querida mía, tuyos son todos los instantes de esta vida que te ofrezco. Te abro el corazón para que encuentres en sus paredes la obra de arte que eres tú. Cada rincón lo decoré pensando en ti, este amor se dibujó en mis pasos extraviados; fuiste volcán sediento con el fuego de tu eternidad devorando silencios. En los largos días te amé con la locura que irradia llevarte como trofeo en las entrañas, OH, mujer adorada, gentil hechizo del alma mía, devoradme, ámame hasta dejarme sin aliento. Escribo con este corazón las sabias palabras del libro de mi vida: Jamás dejaré de amarte porque toda mi existencia eres tú envuelta en mi corazón. Cada pétalo que se desprende es un tibio beso tuyo, cuando sonríen las flores amarillas allí renovaré esta pasión que me hará quererte hasta que muera…
- Autor: ALEXCAM (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2016 a las 00:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, nelida moni, la cuerva, AdelaVila, Raquelinamor
Comentarios2
Precioso amigo y paisano.
Amor profundo, sentido, puro.
Entre total, un grito de súplica "àmame" para siempre.
Un gusto leerte.
Un fuerte abrazo
Kavi
Muchas gracias apreciado amigo.
!Oh¡ después de leer este poema, quede flotando, se olvidaron mis penas, ¿será posible un amor tan intenso capaz de sobrepasar cualquier condena? que vuele más rápido y alto que los vientos, y que se incruste en la sangre de las venas, ¡Ay! poeta leerle a usted, es leer mis propias letras volando mas allá de las esferas, es soñar sin que nos detenga el tiempo, es respirar el caudal de todas las emociones contenida en una sola, es amor superando el límite de lo eterno, es fraguar en los caminos del averno, porque no hay paraíso sin infiernos, es no poder contener la furia desde los abismales océanos, queriendo devolver sus tesoros y placeres, y querer compartirlo con lo eterno, es ademas tener el alma pura y como la flor deshojada de ataduras, para darse por entero en un beso inmortal que selle la propia muerte, hasta viajar a los predios de tu castillo de flores amarillas. Felicitaciones, por tan bello poema que invita a la imaginación a soñar sueños mágicos. raquelinamor
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