Esa mañana en la misa
se armó la marimorena
que una muchacha morena
apareció de esa guisa
¡qué guapa estaba la nena!
¡qué escotada su camisa!
que a algunos causó sonrisa
y otras murieron de pena.
¡Ozú qué linda es la niña!
¡olé replicó el marqués!
que guapa y qué bella que es
las demás que tengan tiña.
La muchacha recatada
se postraba de rodillas
mientras detrás de puntillas
regodeaba la mirada.
En tanto que al ir de prisa
un paisano, un feligrés
mirando se dió un traspiés
y el coro estalló en la risa.
Asistentes no prestaban
la atención que reprimian
entre tanta avemaria
la mirada no quitaban.
El cura inició el sermón
y al ver que nadie atendía
así a dios se dirigía
pidiendo una explicación
Señor que al amor hiciste,
e hiciste a mis parroquianos
salidos, tan casquivanos
y en qué lio me metiste.
Y aquí pido compasión
para sus ojos insanos
tan lascivos, tan humanos
sin control de la emoción.
Que yo, médico del alma,
que también un hombre soy,
no sé ahora donde estoy
noto que algo se me empalma,
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2016 a las 03:47
- Comentario del autor sobre el poema: No somos de piedra, ni tan siquiera son ajenos los que se proclaman representantes de Dios en la tierra.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., la cuerva, Peregrina, Lebusla
Comentarios1
¿Por qué? al cura se le "empalma". Sabido es que la boa constrictor
nunca come las manzanas,
por tanto una patraña,
todo cuanto nos han dicho.
Lo marco favorito. Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.